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6 oct 2025
Encuentro de Verano del Diploma de Pastoral Familiar en Málaga del 11 al 16 de agosto
Este encuentro de verano fue mucho más que una semana de formación, fue una verdadera experiencia de comunión, crecimiento y renovación para las familias.
Durante estos días, participantes provenientes de distintos lugares de España se reunieron con un propósito común: profundizar en el valor y la vocación de la familia cristiana, en un ambiente de fraternidad y alegría.
Este espacio se distinguió por su enfoque integral, donde la formación teológica y pastoral se entrelazó con momentos de oración, convivencia y recreación familiar.

Tal como compartía uno de los participantes: “ha sido una experiencia súper enriquecedora, tanto en el ámbito de la formación y del conocimiento, como en el espiritual y en el de la convivencia. Las clases han sido todas un lujo, con profesores que nos han ayudado a reflexionar y a profundizar en materias clave para las familias y la pastoral familiar”. Esta combinación de aprendizaje y vida compartida convirtió el encuentro en una oportunidad única para fortalecer tanto la mente como el corazón.
Las familias asistentes, pertenecientes a diversos carismas y realidades eclesiales, reflejaron la riqueza y diversidad de nuestra Iglesia. En un espíritu de apertura y comunión, todos compartieron sus vivencias, dificultades y esperanzas, descubriendo que, aunque distintos en caminos, los unía un mismo ideal: hacer de sus hogares verdaderas iglesias domésticas. Como expresaba una familia participante: “se da una convivencia que solamente puede ser fruto del Espíritu Santo, porque viniendo cada uno de lugares diferentes, con pertenencia a realidades eclesiales diversas, cada uno de su padre y de su madre, se da un ambiente maravilloso, que te sientes a comer con unos y con otros, siempre aprendes y conoces cosas nuevas”.
La dimensión espiritual fue el corazón del encuentro. La oración, la Eucaristía y los momentos de adoración ayudaron a centrar toda la experiencia en el Señor. Especialmente significativa fue la celebración de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, presidida por el Arzobispo Emérito de Pamplona-Tudela, quien impartió una bendición final a los bebés presentes, gesto que conmovió profundamente a todos los asistentes. Fue un recordatorio tangible de la ternura de Dios y de la misión de las familias de custodiar la vida y transmitir la fe.

La Casa Diocesana de Málaga, con su entorno acogedor y sus amplias instalaciones, fue el marco ideal para este encuentro. Tal como señalaba otro testimonio, “semejante sitio hace que el desarrollo del máster se viva con mucha comodidad, ya que goza de unas instalaciones geniales. Estos días nos han permitido disfrutar de la familia realizando diversas actividades y vivir la gracia de la comunión en la Iglesia con otras familias, con sacerdotes y seminaristas asistentes”.
